jueves, 26 de junio de 2014

Produccion del Conocimiento Local, Luis Tapia



LA PRODUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO LOCAL
Historia y política en la obra de René Zavaleta
Por Luis Tapia
A manera de introducción.
¿Qué son los conocimientos locales e indígenas?
Los conocimientos locales e indígenas hacen referencia al saber y a las habilidades y  filosofías que han sido desarrolladas por sociedades de larga historia de interacción con su medio ambiente.
Para los pueblos rurales e indígenas, el conocimiento local establece la base para la toma de decisiones en aspectos fundamentales de la vida cotidiana.
Este conocimiento forma parte integral de un sistema cultural que combina la lengua, los sistemas de clasificación, las prácticas de utilización de recursos, las interacciones sociales, los rituales y la espiritualidad.
Estos sistemas únicos de conocimiento son elementos importantes de la diversidad cultural mundial y son la base de un desarrollo sostenible adaptado al modo de vida local[1].
En este trabajo de Luis Tapia, se estudia la obra de un intelectual boliviano, René Zavaleta, su obra empieza con producciones desde el seno del discurso del nacionalismo y continúa luego en el seno del marxismo, con un despliegue de su pensamiento que implica la producción de un conjunto de categorías especiales para pensar la política y la historia en sociedades heterogéneas.
Es a través del estudio de la forma de pensar la historia y sobre todo de la forma de explicarla, que se puede analizar y explicar la producción del conocimiento local.
En síntesis, se hace un estudio del trabajo de Zavaleta sobre política e historia, como un proceso intelectual multidimensional, como proceso de desarrollo y como una historia intelectual en las condiciones y problemáticas de su tiempo.
Se estudia la obra de Zavaleta como una propuesta que se planteó elaborar el conocimiento de la historia local o nacional a través del desarrollo de teoría política; aunque el análisis se realice en un plano multidisciplinario.
Se trata del desarrollo de una teoría sobre la autonomía y la complejidad de la política, que sirve para explicar la historia, es decir, la articulación global de los procesos sociales. Tal vez porque estudia no sólo su autonomía sino también su complejidad, es que su obra no se cierra en la ciencia política sino que constituye un modo de investigar y pensar las configuraciones globales. A través de la conceptualización de la especificidad política y las otras, se puede pensar la globalidad, porque además piensa que la especificidad política es en un momento proceso de articulación y en otra síntesis.
El autor nos detalla sobre cómo se estudia y estructura su investigación, explicando que lo hace al modo de una historia intelectual, que es a la vez una narración y reconstrucción analítica de los recorridos del pensamiento de Zavaleta, y un análisis de la estructura de sus ideas y de la forma de producirlas.
También se plantea algunos problemas que surgen cuando pretende estudiar una obra que hace historia de una sociedad y reflexiona teóricamente sobre las posibilidades de la época, de pensarla y conocerla. describe algunos modos de realizar la tarea de una historia analítica de sus problemáticas, en torno a un eje selectivo articulado por la preocupación por las relaciones entre la historia, geografía y la política.
Por ultimo nos plantea de manera más específica algunas relaciones entre narrativa y análisis cuando se trata de trabajar la historia intelectual. Nos dice que de manera esquemática se puede considerar que el primer momento analítico es aquel en el que se practica la descomposición del objeto de estudio, que en este caso es una obra de historia, teoría y análisis político, y se trabaja especificando los elementos y estructuras de ese pensamiento con el recurso a teorías y metodologías de diversas disciplinas. Luego viene el momento de la articulación de los resultados de diversos momentos analíticos para lo cual también se puede recurrir a varias estrategias; pero a la vez y en la medida que se hace historia de un trabajo intelectual se acaba también articulando una narrativa de ese proceso, o de varios procesos que justificaron los diversos momentos analíticos, y una narrativa del proceso de su articulación.
En conclusión el autor en este Capítulo nos dice que, con este estudio se pretende en primer lugar elaborar o trabajar una memoria analítica y reflexiva de uno de los principales momentos del pensamiento político moderno en Bolivia, y en este sentido, proyectar lo que se considera sus logros en el trabajo de la ciencia social, el análisis político y la historia.


[1] (http://www.unesco.org/new/es/natural-sciences/priority-areas/links/related-information/what-is-local-and-indigenous-knowledge/)

Apuntes para un Estado Plurinacional, Ximena Soruco



APUNTES PARA UN ESTADO PLURINACIONAL
XIMENA SORUCO SOLOGUREM
Introducción

El Estado es la sociedad política y jurídicamente organizada capaz de imponer la autoridad de la ley en el interior y afirmar su personalidad y responsabilidad frente a las similares del exterior.
Un Estado plurinacional, es la organización política y jurídica de una sociedad de varias naciones unidas en un solo Estado con Gobierno de representación plurinacional y sujetas a una única Constitución Política.
El Estado plurinacional tiene base en el Principio de la Plurinacionalidad que es el principio político que permite aspirar al pleno ejercicio de los derechos de todas las naciones que existen en un Estado (Que es Estado Plurinacional?, Margot Mariaca,2014)[1].
Ximena Soruco Sologurem, menciona, que desde la victoria electoral de Evo Morales el 2005, la oposición política empezó a señalar que había dos Bolivias, una indígena, arcaica, subdesarrollada y pobre asentada en el occidente y otra moderna, con un mestizaje regional, exportadora y próspera, en el oriente. La polarización de estas dos naciones hacía inviable cualquier futuro en común, salvo la construcción de institucionalidades.
Así, en este “sentido común” de estas dos Bolivias, compartido por el opresor y el oprimido y ante la consolidación política indígena y popular, la élite tradicional atina solamente a llevar hasta sus últimas consecuencias el curso de la historia colonial, avanzar en la separación real de estas dos densidades sociales formadas desde la conquista. De ahí que hoy no pueda articular un proyecto nacional, porque se sabe incapaz de recuperar el control político del occidente.
La existencia de estas “dos Bolivias” o lo que Zavaleta Mercado llamó una sociedad abigarrada o lo que sería nuestra condición colonial, desnudada por la crisis económica y de legitimidad del ciclo neoliberal, tuvo dos respuestas en la década del 2000. Por una parte, la respuesta de la élite boliviana asentada en Santa Cruz: un regionalismo que devino el nacionalismo; y por otra parte, la propuesta de los movimientos indígenas y populares de constituir un Estado Plurinacional. Las razones históricas para postular estos proyectos políticos distintos y sus implicaciones en el presente constituyen el tema de estos apuntes.
Ximena Soruco, en estos apuntes, plantea que el movimiento indígena popular está constituyendo un proyecto plurinacional que articula al pueblo, debido a que contienen un horizonte político, y potencialmente un proyecto social, para todos, para Bolivia. Esta historia de larga data y su determinación en un proyecto concreto en gestación en la actual coyuntura que viene desde el año 2000, podría generar la suficiente fuerza social, movilizada en las calles, las urnas y la gestión pública, como para llevar adelante la construcción de un Estado plurinacional.
Es importante resaltar que el concepto de sujeto político no implica necesariamente el de proyecto político, porque puede haber un sujeto sin proyecto y viceversa. Cuando surge la conciencia de la dominación y de que no es natural ni inevitable, hay una apertura hacia otra historia posible, hacia la necesidad de transformación, pero todavía como una intuición, como posibilidad sin contenido, incluso como acciones espontáneas, como el choque frente a la estructura de dominación, a sus instituciones y al sistema, pero donde todavía no existe una respuesta a la situación opresora o de exclusión. En nuestra historia, un momento así fue el de la Revolución de 1952, la “impotencia de la victoria” del minero que pese a conquistar el poder lo entregó al MNR porque confundió su liberación con el proyecto de sus amos, es decir, porque era un sujeto que en ese momento no gestó un proyecto propio.
Por lo anterior, se considera que un sujeto político nunca es “trans-histórico” en el sentido de proyectarse por encima de un período político, porque el sujeto se hace en la relación de fuerzas con otros sujetos y actores políticos, en un tiempo y lugar determinados. Un sujeto político está históricamente situado.
En conclusión Ximena Soruco nos reflexiona que, el horizonte entonces une la memoria del pasado, actualizada en el presente, y la apertura hacia el futuro, también realizada en el presente, a partir de la búsqueda de la transformación de las condiciones actuales de dominación. En el caso del horizonte indígena, este sería la conjunción de memorias del pasado y aperturas hacia el futuro, actualizadas en el momento presente, en este momento constitutivo. El sujeto indígena no solo es aquel que porta un proyecto plurinacional porque en la interacción de fuerzas de la coyuntura, la élite tradicional ha dejado de representar la nación, este es solo un nivel de análisis. El sujeto indígena puede reconocer su opresión actual, su exclusión histórica y cuestionar al sistema político porque actualiza la memoria de otros ciclos rebeldes en los que se reconoció el origen de la dominación y se generó proyectos políticos diferentes.



[1] (Que es Estado Plurinacional?, Margot Mariaca,2014)

martes, 24 de junio de 2014

Apuntes de Teoria del Estado, Dr. Paul Coca



APUNTES DE TEORÍA DEL ESTADO (CIENCIAS POLÍTICAS)
Dr. Paul Antonio Coca Suarez Arana
Unidad I
Introducción al estudio de la materia

“Ciencia política, teoría política, doctrinas políticas y politología son distintas denominaciones de una ciencia social que estudia la teoría y práctica de la política, los sistemas y comportamientos políticos. Su objetivo es establecer, a partir de la observación de hechos de la realidad política, principios generales acerca de su funcionamiento. Interactúa con otras ciencias sociales, como la economía, la sociología, entre otras.
Emplea como herramientas metodológicas las propias de las ciencias sociales. Entre los diferentes acercamientos posibles a la disciplina están el institucionalismo o la teoría de la elección racional.
Históricamente ha tenido su origen en la filosofía política.
Norberto Bobbio (Diccionario de política) propone dos acepciones, una en sentido amplio (ciencias políticas), y otra en sentido estricto (ciencia política). La primera abarcaría todos los estudios relacionados con la política desde la antigüedad hasta nuestros días, incluidos todos los filósofos y teóricos que han pensado, escrito y analizado la política (Aristóteles, Platón, Cicerón, Maquiavelo, Hobbes, Rousseau, etcétera). En sentido estricto, la ciencia política contemporánea nació a partir de la corriente conductista que trata de observar las actitudes de los actores políticos y de los ciudadanos conforme a premisas estrictamente científicas. Esta última acepción hace referencia a lo que se denomina generalmente "Ciencia política empírica", para distinguirla de la filosofía política o teoría política normativa, la otra parte de estudio de la disciplina. En ambas acepciones, la ciencia política tiene como objeto de estudio propio al poder que se ejerce en un colectivo humano. La politología se encarga de analizar las relaciones de poder que se encuentran inmersas en un conjunto social, sean cuales sean sus dimensiones (locales, nacionales, internacionales o a nivel mundial)”[1].
La Ciencia Política suele ser llamada también como Teoría del Estado,
Es común que en las Universidades del Oriente Boliviano se enseñe “Ciencia Política” mientras que en las del Occidente se aplique el nombre “Teoría del Estado”.
La Teoría del Estado según George Jellinek, afirma que la ciencia explicativa del Estado es su teoría o doctrina, tiene un carácter descriptivo.
Hermann Heller coincide en esta apreciación y considera que la Teoría del Estado puede tener categoría científica solamente si está en aptitud de ofrecer una interpretación, una descripción y una crítica que deben ser verdaderas y obligatorias.
Se resume que la Teoría del Estado o Ciencia Política es una rama o disciplina del conocimiento humano que abarca tanto a la teoría, como a la práctica, puesto que posee una serie de planteamientos que dejan de ser tales para ser convertidos en realidad cuando se aplican a la vida real, aspecto que varía de Estado a Estado.
El jurista boliviano Alipio Valencia Vega nos dice que el nombre de Teoría del Estado es sinónimo de Ciencia Política; La Ciencia Política es una ciencia que, al estudiarla, se comete el error de pensar que es igual o sinónimo de Historia del Pensamiento Político o de Derecho Político.
La Teoría del Estado, es decir la Ciencia Política, llamada también Politología (del griego logos que significa ciencia o tratado; polis que significa política; es decir, la Ciencia de la Política).
A la Ciencia Política le interesa estudiar el comportamiento político efectivo y observable de las personas y las sociedades, La Ciencia Política también estudia todo lo referente a la actividad humana que denominamos “poder”, desde el punto de vista político.
Durante la Revolución Industrial y las revoluciones liberales del siglo XIX, se concluye que la Politología es una disciplina relativamente nueva, cuyo nacimiento algunos la sitúan en el siglo XV con Nicolás Maquiavelo (separación de la moral y de la política).
En 1949, por encargo de la UNESCO diversos estudiosos realizan la confección de la célebre “Lista Tipo”, elaborada bajo una fuerte influencia del pensamiento anglosajón. Esta Lista Tipo se agrupan en cuatro secciones que son: Teoría Política, Instituciones Políticas, Partidos, grupos y opinión pública y Relaciones Internacionales.
En 1980, en el 11º Congreso Mundial de la Asociación Internacional de la Ciencia Política, realizado en Moscú, se planteó que el marxismo-leninismo creó la teoría materialista de la política y la teoría del desarrollo de los sistemas políticos, los politólogos soviéticos argumentan que dicho enfoque fue usado por primera vez, y en forma amplia, por Karl Marx en su obra cumbre “El Capital”, el mismo que posteriormente ejerció una gran influencia sobre el desarrollo de la Ciencia Política.
La realidad política.-
La palabra política designa siempre un sector social de la realidad humana, sin seres humanos que conviven, no hay política; pero no toda convivencia humana es convivencia política. La realidad política, de la cual dependen todas las relaciones humanas, es múltiple, polifacética, variable, simbólica y multirrelacionada.
Relación con otras ciencias.-
La Ciencia Política o Teoría del Estado, como toda ciencia, se relaciona con distintas ciencias y, en ocasiones, hasta se mezcla con otras, apareciendo en el mejor de los casos como una superposición de algo, todas las ciencias sociales se coadyuvan en conocimientos, por lo que la Ciencia Política es transversal a ella.
También se relaciona con la Sociología; con la Geopolítica en lo que es el Estado y sus elementos constitutivos; con las Ciencias Administrativas ya que se refiere a la administración pública; con las Ciencias Económicas, con la Estadística Social, con la Psicología Política y con la Comunicación Social en lo referente al Periodismo Político.
Como conclusiones podemos decir que:
Sin las Ciencias Políticas habría una enorme desorganización mundial, no habría gobernantes, no habría democracia ni nada de ello por estudiar y enseñar; es muy importante ya que mantienen al mundo trabajando, mediante la relación de poder que se da entre los gobernante y gobernados
Esta materia nos otorga los instrumentos doctrinales para la aplicación de la misma; la práctica depende de los gobernantes y de los gobernados,






[1] (http://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia_politica)