APUNTES PARA UN ESTADO PLURINACIONAL
XIMENA SORUCO SOLOGUREM
Introducción
El
Estado es la sociedad política y jurídicamente organizada capaz de imponer
la autoridad de la ley en el interior y afirmar su personalidad y
responsabilidad frente a las similares del exterior.
Un Estado
plurinacional, es la organización política y jurídica de una sociedad de
varias naciones unidas en un solo Estado con Gobierno de representación
plurinacional y sujetas a una única Constitución Política.
El
Estado plurinacional tiene base en el Principio de la Plurinacionalidad
que es el principio político que permite aspirar al pleno ejercicio de los
derechos de todas las naciones que existen en un Estado (Que es Estado Plurinacional?,
Margot Mariaca,2014)[1].
Ximena
Soruco Sologurem, menciona, que desde la victoria electoral de Evo Morales el
2005, la oposición política empezó a señalar que había dos Bolivias, una
indígena, arcaica, subdesarrollada y pobre asentada en el occidente y otra
moderna, con un mestizaje regional, exportadora y próspera, en el oriente. La
polarización de estas dos naciones hacía inviable cualquier futuro en común,
salvo la construcción de institucionalidades.
Así,
en este “sentido común” de estas dos Bolivias, compartido por el opresor y el
oprimido y ante la consolidación política indígena y popular, la élite
tradicional atina solamente a llevar hasta sus últimas consecuencias el curso
de la historia colonial, avanzar en la separación real de estas dos densidades
sociales formadas desde la conquista. De ahí que hoy no pueda articular un
proyecto nacional, porque se sabe incapaz de recuperar el control político del
occidente.
La
existencia de estas “dos Bolivias” o lo que Zavaleta Mercado llamó una sociedad
abigarrada o lo que sería nuestra condición colonial, desnudada por la crisis
económica y de legitimidad del ciclo neoliberal, tuvo dos respuestas en la
década del 2000. Por una parte, la respuesta de la élite boliviana asentada en
Santa Cruz: un regionalismo que devino el nacionalismo; y por otra parte, la
propuesta de los movimientos indígenas y populares de constituir un Estado Plurinacional.
Las razones históricas para postular estos proyectos políticos distintos y sus
implicaciones en el presente constituyen el tema de estos apuntes.
Ximena
Soruco, en estos apuntes, plantea que el movimiento indígena popular está
constituyendo un proyecto plurinacional que articula al pueblo, debido a que
contienen un horizonte político, y potencialmente un proyecto social, para
todos, para Bolivia. Esta historia de larga data y su determinación en un
proyecto concreto en gestación en la actual coyuntura que viene desde el año 2000,
podría generar la suficiente fuerza social, movilizada en las calles, las urnas
y la gestión pública, como para llevar adelante la construcción de un Estado
plurinacional.
Es
importante resaltar que el concepto de sujeto
político no implica necesariamente el de proyecto político, porque puede haber un sujeto sin proyecto y
viceversa. Cuando surge la conciencia de la dominación y de que no es natural
ni inevitable, hay una apertura hacia otra historia posible, hacia la necesidad
de transformación, pero todavía como una intuición, como posibilidad sin
contenido, incluso como acciones espontáneas, como el choque frente a la
estructura de dominación, a sus instituciones y al sistema, pero donde todavía no
existe una respuesta a la situación opresora o de exclusión. En nuestra
historia, un momento así fue el de la Revolución de 1952, la “impotencia de la
victoria” del minero que pese a conquistar el poder lo entregó al MNR porque
confundió su liberación con el proyecto de sus amos, es decir, porque era un
sujeto que en ese momento no gestó un proyecto propio.
Por
lo anterior, se considera que un sujeto político nunca es “trans-histórico” en
el sentido de proyectarse por encima de un período político, porque el sujeto
se hace en la relación de fuerzas con otros sujetos y actores políticos, en un
tiempo y lugar determinados. Un sujeto político está históricamente situado.
En conclusión
Ximena Soruco nos reflexiona que, el horizonte entonces une la memoria del
pasado, actualizada en el presente, y la apertura hacia el futuro, también
realizada en el presente, a partir de la búsqueda de la transformación de las condiciones
actuales de dominación. En el caso del horizonte indígena, este sería la
conjunción de memorias del pasado y aperturas hacia el futuro, actualizadas en
el momento presente, en este momento constitutivo. El sujeto indígena no solo
es aquel que porta un proyecto plurinacional porque en la interacción de fuerzas
de la coyuntura, la élite tradicional ha dejado de representar la nación, este
es solo un nivel de análisis. El sujeto indígena puede reconocer su opresión
actual, su exclusión histórica y cuestionar al sistema político porque
actualiza la memoria de otros ciclos rebeldes en los que se reconoció el origen
de la dominación y se generó proyectos políticos diferentes.
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